Texto: Leticia Martin Lectura: Marialcira Matute Ilustración: Magda Castría Fue así. Me descuidé un segundo y mi hermano se abrió la cabeza. Me acuerdo que dije –Uy, teléfono– y crucé el patio hasta la cocina. Los enanitos tendrían uno y medio, máximo dos años, y caminaban como astronautas. Greta…